Vandierendonck, director del Instituto de Cine y Creación Audiovisual del Ecuador apuesta por una colaboración entre países latinoamericanos lo cual pienso es una buena manera de potencializar el cine ecuatoriano. Creo que a Ecuador lo limita mucho el presupuesto a la hora de producir y el hecho de que aun así haya excelentes películas demuestra que hay directores talentosos. Capaces de crear cosas importantes porque no queda más que apelar a la creatividad e ingenio. En tal caso no estoy de acuerdo con Vandierendonck. “Primero hay que mejorar la propuesta artística, buscar la distribución y el público y en tercer lugar se debe pensar en la financiación extra” (Andes, s.f.). Para mí una película con buen presupuesto como “Relatos Salvajes” llama mucho más la atención.
Estados Unidos tiene dominado el mercado y no deja espacio al contenido nacional. “La producción globalizadora de la industria del entretenimiento estadounidense” (Luzuriaga, 2017). Toda la cartelera gira entorno a películas que el público ya está acostumbrado a ver. Secuelas, remakes, live actions, adaptaciones de libros, entre otras. En mi opinión en el país se debería apostar por lo mismo. Empezar a buscar temas más comerciales y dejar a un lado películas culturales, de historia, de política, “sólo habla de las cosas feas, se repite, es aburrido” (Luzuriaga, 2017). Es fundamental crear una base sólida con películas más de cotidianidad, ficción y comedia como es el caso de “A tus espaldas” (7ma película más taquillera del Ecuador). Así se podría empezar a construir una industria que no solo satisfaga a los cinéfilos, sino que sean para toda la familia. Una industria por su puesto que mantenga cierta cultura y estética.
Sí estoy completamente de acuerdo con Vandierendonck en invertir en multimedia. “Pienso que es muy importante porque entre los videojuegos con el sector de animación podemos crear una industria enorme porque hay una demanda mundial de estas cosas que es impresionante y muchas veces son los países que uno no se imagina los que desarrollan” (Andes, s.f.). De esta manera se puede desarrollar efectos especiales y posproducción. Sin duda debería haber una mayor colaboración entre el cine y la multimedia. Más inversión en empresa privada y publicidad para pregrados y posgrados de este tipo.
Camilo Luzuriaga habla del cine ecuatoriano como de un emprendimiento familiar. “El titular productor es, a la vez, el titular creativo. Es decir, el empresario es también el guionista y el director. Esta doble característica, emprendimiento personal/familiar y titularidad creativa a la vez que, de producción, hablan de la forma de producción artesanal propia del cine ecuatoriano.” (Luzuriaga, 2017). De nuevo no estoy de acuerdo y volviendo al ejemplo de “relatos salvajes” esta es una película escrita y dirigida por el mismo Damián Szifron y que tiene una recaudación de 27 millones de dólares.
Ecuador debería ser partícipe de nuevas plataformas e innovación. Por ejemplo, Colombia tiene actualmente una serie en Netflix con gran repercusión llamada “Simón Bolívar”. Camilo Luzuriaga en 2014 hace 5 años seguramente no esperaba que el reconocimiento social podía darse más por internet que por los cines. “Menos ‘prestigiosas’, como el DVD, la televisión o el internet.” (Luzuriaga, 2017). El internet ha logrado democratizar el cine entre otras cosas más. Roma una producción de Netflix logra 3 premios Oscar con 15 millones de dólares de inversión. Así entonces, creo que es necesario espabilar y buscar nuevos proyectos innovadores y si en Ecuador “el 98% que no compra cine ecuatoriano.” (Luzuriaga, 2017), buscar alternativas como lo dicho antes ¡plataformas digitales!
Con respecto al déficit acotoral y dramatúrgico sí se debería mejorar la escuela de actuación ya que es uno de los pilares del cine. Debe cambiarse la cultura alrededor del actor. “Actor es el que miente, según esta tradición venida de España desde la época colonial” (Luzuriaga, 2017), cuando debería percibirse lo contrario. Y finalmente fomentar la escuela de cine. “Serán doscientos los estudiantes que lleguen de todo el país a estudiar cine en esta institución que busca que no solo se haga películas, sino que se cree pensamiento a través de ellas, y que entren en diálogo con lo que se ha hecho anteriormente en el país y en el continente”. (Miguel, 2016) Y formar directores “Creo que, hasta ahora, las carreras de Cine de las universidades privadas formaron cineastas que saben hacer películas y… No digo que no saben pensar sus películas, pero sí creo que no recibieron suficientes herramientas para construir pensamiento”. (Tania, 2016)