¿Cuál es el poder del diseño?

Tengo la suerte de poder decir “Viví en un país donde están los mejores diseñadores del mundo”. Y no solo eso, Elsebeth Gerner Nielsen, rectora de la Design School of Kolding, fue mi host mother de mi intercambio en Dinamarca. Además, fue Ministra de Cultura desde 1994 hasta el 2007. En un principio cuando llegué a este país todo tenía que ver con diseño, veía diseño en todas partes. Por otro lado, mi host father Søren Nielsen es arquitecto y tenemos una muy buena relación. Así empecé gracias a él, fijándome en todos los edificios de mi ciudad, la cual, aunque era pequeña, tenía una arquitectura fascinante.

Poco a poco aprendí a apreciar el poder del diseño. Sinceramente, yo al igual que muchas personas, estaba acostumbrado a vivir en un país donde el diseño no significa casi nada. Por ello, se me hacía extremadamente raro sentarme en una silla de diseñador y pensaba para qué gastar tanto dinero en un objeto que cumple una sola función (sentarse). Incluso decía “tampoco es la gran cosa, no es ni muy cómoda”. Eso hasta que empiezas pensar dando vueltas en la silla y de pronto te enteras que esta silla vale casi $15.000 dólares. Y ahí es cuando uno se pregunta ¿Tal vez el diseño no es tan simple?

Entonces, empiezas a recorrer la ciudad y su cultura con la ilusión de conocer más y más. De esa manera descubrí que la silla era un Arne Jacobsen Egg Chair. De repente, mi manera de ver la silla cambió. La silla ya no era una simple silla, sino una pieza de diseño de la misma persona que hizo la tipografía de la letra A de la taza que está a lado mientras escribo, así como también del arquitecto y diseñador de St Catherine’s College en Oxford.

Sin duda, es bastante difícil apreciar el diseño. Cuesta entender por qué usaron tal o cual material o color, o simplemente cómo a alguien se le ocurrió hacer algo tan “ridículo”. Los primeros meses me costaba aceptar que era real lo que yo estaba viviendo. En ese sentido, lo que más me ayudó a procesar este cambio tan radical fueron las estructuras. Cuando iba en bicicleta al banco o la biblioteca me encantaba ver aquellas formas nuevas en los edificios. Incluso, noté que las escuelas tenían diseños peculiares y me encantaba esto porque me hacían sentir que veía algo diferente no solamente un lugar donde vas a estudiar.

Más tarde, cuando empecé a acostumbrarme a ver el diseño en todas partes, inclusive en teléfonos, televisiones y audífonos como los de la marca Bang & Olufsen, tuve la oportunidad de visitar el museo de Trapholt. Allí, me di cuenta que seguía sin entender aún por completo lo que veía. En total fui 3 veces a este museo, lo interesante es que cada vez que iba me seguían llamando la atención todas las sillas que habían. En ese momento, pensé tal vez que ese es el poder del diseño: el crear algo único para la vista, un objeto que solo con verlo sepas que alguien puso toda su pasión ahí y que, por eso, tal vez no te guste; simplemente porque no sabes el contexto que hay detrás lo que ves, no sabes bajo qué circunstancias fue creado y algo muy importante, tal vez ni sepas de que época es el objeto.

El poder del diseño implica que el mismo no pasa de moda. Los diseños de George Jensen, nacido en 1866, son increíbles. Yo siempre he sido de la idea de ¿por qué pagar más por algo que te ofrece lo mismo que una versión mucho más barata?, luego de haber conocido la marca me quedé fascinado, no tuve otra opción que pagar casi 100 dólares por un reloj de mesa para mi papá.

Dinamarca tiene la magia de crear objetos que están en armonía con el mundo. Cada vez me veo mis Hoptimist (figuras de diseñador danés), no puedo evitar sentir una gran alegría porque dichos objetos tienen un diseño que causan esa sensación en las personas. El diseño en Dinamarca es tan importante que, de hecho, forma parte de la cultura de las personas. No existe ninguna familia danesa que no tenga algo de Kay Bojensen en su casa.

Volviendo al tema de la arquitectura, cuando viajé a Copenhague finalmente comprendí cómo el diseño marca la diferencia. No solo en Copenhague existe arquitectura increíble, sino también en muchas otras ciudades danesas. Por ejemplo, me impresionaron mucho los museos en Aarhus Moesgaard Museum y ARoS Museum, los cuales son una muestra de que siempre hay lugar para la innovación.

Después de haber estado en muchísimas ferias de diseño (incluyendo dentro del Castillo de Koldinghus y The New Kolding Campus que es parte de la University of Southern Denmark) puedo decir que me encanta el diseño, pero aún más me gusta descifrar lo que quiere trasmitir el autor, quién es y por qué tiene esa forma su diseño. Marcas de diseño como Pandora, Royal Copenhagen e incluso LEGO demuestran que el diseño danés tiene un estilo único. Para terminar, quisiera citar un extracto de un artículo:

I believe that our democracy, our humanistic approach and desire to produce products, designs and systems that work and last, lies deep within the Danish people. We know what functionality, form, light, simplicity, etc. does for eye, the body and our soul. Our way of designing a welfare system became our design DNA. And its unique whichever path you choose.

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Nordea Bank
Egg Chair
Tipografía de Arne Jacobsen
Bang & Olufsen
George Jensen
Hoptimist
Kay Bojensen
Ophavsret beskyttet billede, Jacob Due, Foto/medie afdelingen Moesgaard.
ARoS Aarhus Kunstmuseum
Syddansk Universitet Kolding

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